En muchas ocasiones, esta tendencia nace de la necesidad imperiosa de las personas de un cambio de escenario. Después de meses de restricciones como respuesta a la pandemia de la COVID-19, ese deseo de cambio les lleva a una mayor necesidad de vacaciones.
A diferencia del nómada digital, quienes hacen eso como estilo de vida, alguien que practique el workation, pasados unos pocos meses, volverá a casa y continuará trabajando desde su oficina. La duración y la relación trabajo-vacaciones siempre dependerán del acuerdo llegado con la empresa. Todos ellos buscan un lugar donde puedan añadir al día a día de su trabajo la sensación de estar de vacaciones y, a su vez, las empresas ven como ese estado de ánimo se refleja en la productividad del negocio. Es importante dejar claro que el workation no es un sustitutivo de las vacaciones, es añadir ocio a nuestra jornada laboral o estar de vacaciones durante nuestras horas libres.
Visas destinadas a legalizar el estado de los nómadas digitales, autónomos o profesionales que viajan en un país en particular. A través de ellas, varios países permiten estancias más largas y, a menudo, son más fáciles de obtener que las visas de trabajo o de residencia. A cambio, la mayoría de estos países exigen que las personas demuestren que están trabajando con una empresa que cotiza fuera del país para que no se considere que ocupan puestos de trabajo locales