Las empresas del sector de las tecnologías limpias o cleantech ofrecen productos o servicios orientados a mejorar la salud del medio ambiente a largo plazo. Lo hacen mitigando los impactos ambientales de las industrias tradicionalmente más dañinas mediante la creación de productos innovadores que transforman la forma en que estas funcionan.
Los orígenes de CleanTech como industria separada, tal como la conocemos hoy, se encuentran en la década de 2000. En la década de 1990, la inversión en tecnologías sostenibles todavía tenía una imagen bastante negativa. El Protocolo de Kioto, que entró en vigor en 2005 y representó un hito en la política climática internacional, dio a la industria un impulso inmenso. Como resultado de las subvenciones asociadas, el sector CleanTech ha experimentado un rápido desarrollo desde 2009.
Sin embargo, con el tema cada vez más relevante del calentamiento global y la creciente urgencia de reducirlo, se espera que la industria continúe creciendo en el futuro. Con sus ideas innovadoras, las startups de CleanTech ofrecen un gran potencial para reducir las emisiones, conservar los recursos y mitigar el calentamiento global.