Durante mucho tiempo, el sector de la alimentación pareció salvarse del boom del comercio electrónico. Muchos consumidores prefirieron ir a la tienda a comprar comestibles. Sin embargo, en 2020, la pandemia de Covid-19 sacudió nuestros hábitos, incluso en el comercio minorista

A medida que los consumidores se enfrentaban a restricciones de viaje y temían contraer el virus, muchos de ellos recurrieron a las compras en línea. La crisis de salud también ha acelerado el cambio en los patrones de consumo que ya había comenzado antes de la pandemia. Los consumidores ahora prefieren los productos saludables y respetuosos con el medio ambiente.

Sin embargo, no es seguro que estas tendencias perdurarán después de la pandemia. De hecho, un estudio de 2020 de McKinsey mostró que solo del 13 al 16 por ciento de los consumidores que hicieron sus compras en línea en Italia, Francia y Alemania estaban muy satisfechos con el servicio. Además, incluso los clientes satisfechos indicaron que veían las compras en línea como una solución temporal. Es probable que muchos de ellos regresen a las tiendas físicas tan pronto como la situación lo permita.

Los supermercados y grandes superficies han detectado el gap, y han empezado a invertir en todo tipo de tecnologías como las que veremos a continuación. La transformación digital del sector y una estrategia onmicanal, unidos a la aplicación de las tecnologías más disruptivas, tiene como resultado satisfacer las cambiante necesidades y expectativas de los consumidores.

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